La primera novela publicada de Austen nos retrata la vida de dos hermanas, Elinor y Marianne cuyas personalidades tan opuestas se transmiten en el título del libro. La historia empieza cuando el padre de ambas fallece y la casa donde habitan le corresponde, por ley, al hijo varón del primer matrimonio del señor Dashwood; aunque este le promete a su padre no desamparar a sus tres hermanas y a la viuda, su malintencionada esposa no permitirá que la promesa se lleve a cabo y deciden mudarse cuanto antes. Por tanto, las jóvenes y su madre después de tener una riqueza acomodada quedan pobres y sin un lugar donde vivir. En resumen, esta es la historia de dos hermanas que tratan de adaptarse a un nuevo estilo de vida que mientras emprenden el camino incierto del amor, la presión social de casarse con un buen partido las empieza a acorralar, ambas viviéndolo de una manera muy distinta: una con sentido y la otra con sensibilidad.
Lo sé, lo sé. He estado un poco ausente e inestable con las
publicaciones del blog. No me excusaré porque es por lo mismo de siempre,
simplemente disfrutaré de volver a escribir una reseña de un libro que me gustó
bastante. “Sentido y Sensibilidad” fue uno de los libros que adquirí por el Día
de la Mujer (estaban ofertados todos los escritos por mujeres) y que por
cierto, admito que fue la única promoción del día que supo hacerle justicia
porque más que volverlo algo comercial es una manera de homenajear el legado de
muchas autoras. En fin, dejemos las inconformidades de sexismo y la mala
interpretación del ocho de marzo para otro post.
Cuando supe que esta había sido la primera novela publicada
por Austen (no la primera escrita) supe que iba a tener dificultades, pues es
común que cuando hemos leído obras “cúspide” de unos autores, las que sacaron
con antelación no satisfacen nuestras expectativas. Sin embargo, debo admitir
todo lo contrario. Tiene un ritmo bastante lento, sí, pero no me esperaba lo
contrario. A pesar del paso en que suceden los conflictos, me topé con un par
de giros inesperados que alteran completamente la línea de la historia y a su
vez me engancharon aún más. En lo personal, siento que esta historia contiene
más emoción de la que tiene “Orgullo y Prejuicio”.
En cuanto a las hermanas, me encantó el retrato de cada una.
Cuando iba por el tercer capítulo marqué una frase y la publiqué en mi
Instagram diciendo que había descubierto que yo era Marianne Dashwood. Terminé
el libro confirmándolo (Nota: exceptuando que aún no llega el Coronel Brandon).
Aunque, en definitiva es Elinor quien se cuela en mi lista de personajes
femeninos favoritos y el aprecio que le tuvo Jane Austen al crearla se proyecta
cuando la misma Marianne, en uno de los momentos más importantes de la
historia, le pide perdón por no ser como ella. Por otro lado, los personajes
secundarios están cargadísimos de personalidad cada uno de ellos. Todos fueron
bastante particulares a su manera y eso hizo que no se sintiera como una carga
tratar de recordarlos. Admito que en su mayoría me resultaron
desagradables pero considero que los personajes imperfectos se sienten más
reales.
Por suerte la adaptación de 1995, esa donde salen nada más y
nada menos que Emma Thompson, Kate Winslet, Alan Rickman Hugh Grant, Hugh
Laurie e Imelda Staunton (Dolores Umbridge de Harry Potter), está en Netflix. Y
qué peliculón. Puedo jurar que me gustó más que Orgullo y Prejuicio. La
actuación de Emma como Elinor es simplemente increíble. Podría describirles mis
escenas favoritas, pero ya saben, con los spoilers no me meto. Incluso es de
esas poquísimas películas que recomendaría ver si no tienen ganas de leer el
libro. Ahora solo me queda por ver la mini serie de BBC, junto con la de Orgullo
y Prejuicio de la misma cadena.
Conclusión: no me gusta extenderme en la charla técnica de
la literatura clásica, especialmente porque los modismos empleados en la época
de su escritura difieren casi por completo en los modismos de la literatura
contemporánea. Como cualquier otro clásico, la recomendación es estar dotado de
un buen vocabulario y mucha paciencia por las tramas que suelen tornarse
bastante lentas. A pesar de todo esto, Austen ha demostrado que su mente e
imaginación iban más allá de los estándares de aquella época. Donde una mujer
fuerte e independiente era casi irreconocible. Son historias de amor, claro,
pero no de esas que ponen a la mujer como una alfombra ante el hombre al que quiere.
100 puntos para Jane. Ahora al libro le doy un magnífico 4 de 5 estrellas.

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